Este estilo se basa en la mezcla de elementos multiculturales, procedentes en general de culturas y destinos exóticos, incorporando multitud de detalles decorativos tales como máscaras de tribus africanas, alfombras orientales, objetos totémicos de antiguas civilizaciones, baúles exóticos en los que guardar detalles de otros viajes, cestas de bambú con plantas naturales, instrumentos musicales de otras culturas, tapicería artesanal, etc.
Una de las claves de este estilo es la elección de los materiales, que deben ser lo más natural posible, como ocurre en estas culturas que generalmente están más apartadas de las corrientes actuales. Hablamos de la calidez de la madera, la riqueza de los tejidos naturales como el mimbre y las diferentes fibras vegetales, la naturalidad del barro o de la piedra, la frescura del bambú, etc.
El ambiente debe buscar la naturalidad y huir de la sobrecarga, Es bueno introducir objetos especiales de diferentes culturas, pero todos ellos deben ser capaces de lucir por sí mismos. Cada uno de ellos debe ocupar un lugar especial.