El estilo clásico ensalza la historia del mueble antiguo. Se trata de una decoración tradicional, elegante y cálida, opuesta al minimalismo, y que absorbe la inspiración del estilo barroco. Se crean atmósferas llenas de lujo y sofisticación, cargadas de historia y romanticismo, recargadas de piezas, telas y complementos que rozan lo pomposo y exagerado.
Para ello, es imprescindible que las estancias sean amplias y contar con una buena iluminación.